En pleno confinamiento por COVID en mayo de 2020, cuando se mezclaban miedo, rabia y tristeza como si de una misma emoción se tratara, cuando pasábamos de una a otra emoción sin pararnos demasiado a mirarlas, cuando los días empezaron a parecer todos iguales y muchas personas dejaron de soñar, llegaba “Los términos de mi rendición”.
Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy, Bunbury, nos regalaba esta maravillosa balada repleta de melancolía. Pareciera como si, de pronto, el mundo nos recolocara y pasáramos de vivir en sociedad a vivir (obligatoriamente) en familia, quienes teníamos la suerte de tenerla. Muchas personas tuvieron que aprender a sentir la soledad.
Ésta es una canción que invita a la reflexión y, de hecho, el mismo autor la hace al inicio del vídeo:
«Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida,
ver si podía aprender lo que tenía que enseñar,
y no descubrir, en el momento de morir, que no había vivido».
Henry David Thoreau
No me detendré demasiado porque habla por sí misma y cada cual con su propia historia y desde su propio momento la sentirá como esperanza, desencanto o quizás indiferencia… de lo que estoy segura es que os hará pensar ¿y de eso se trata, no?.
La única forma que conozco de alcanzar un mayor bienestar es empezar por nosotras mismas y la situación por la que atravesamos quizás nos haya puesto de manifiesto asuntos que teníamos enterrados o nos habíamos auto vetado.
Pronto iremos volviendo a la normalidad y ojalá no olvidemos, ojalá aprendamos que “el romper de una ola no puede explicar todo el mar”.
Ojalá dejemos de auto explotarnos convenciéndonos que es lo que necesitamos para realizarnos.
Ojalá volvamos a abrazarnos sin miedo.
Ojalá podamos mostrar la curvatura de nuestros labios al sonreír, sin olvidar que aprendimos a sonreír con los ojos.
Ojalá no olvidemos.
LOS TÉRMINOS DE MI RENDICIÓN Ahora que uno se explota a sí mismo Y cree que está realizándose Que los extraños te tratan como a un amigo Antes era un coloso, ahora un vampiro Y escribo Con el desorden De la urgencia Sé que el romper de una ola No puede explicar todo el mar Y he renunciado a demasiado En los últimos años Realizando Un esfuerzo total Para un modesto resultado Sé que lo que es normal para la araña Es el puto caos para una mosca Y que es difícil derrotar A alguien que no se rinde Hoy escribo Con el desorden De la urgencia Sé que el romper de una ola No puede explicar todo el mar Y he renunciado a demasiado En los últimos años Realizando Un esfuerzo total Para un modesto resultado Sin desviarse de la norma El progreso no puede avanzar Pero ningún placer Parece que dure lo suficiente Si sigo aquí Tumbado en el parque Me da la impresión De que no me pierdo ya nada
A mi amiga M.ª Ángeles, que aprendió a escucharse 💜.
* Artículo respetuoso con la diversidad. Intento utilizar lenguaje inclusivo y no sexista siempre que me es posible. He decidido minimizar los desdoblamientos y el uso de x, @, / para facilitar su lectura.