
“El amor maternal en la infancia es igual de importante en la salud mental como lo son las vitaminas y las proteínas en la salud física” J. Bowlby
Acompañar a madres y padres, a cuidadores y cuidadoras para modificar/mejorar su sistema familiar es, para mí, un proceso apasionante, lleno de retos y descubrimientos.
En muchas ocasiones cuando una familia acude con una demanda de ayuda pone el acento en sus hijos e hijas o en uno/a de ellos/as. Es necesario, en un primer momento, reconducir las miradas, observar lo que para ellos está en figura y lo que se puede ver al fondo, conocer el sistema, su estructura, su contexto y, lo más importante, las relaciones establecidas entre ellas y ellos. Poner la mirada solo en el niño o la niña tan solo conseguiría alejar el progreso familiar y personal. Tomar conciencia de cómo siente cada cual, cómo se comunica, se relaciona o cuál es la tendencia emocional de cada miembro del sistema es el primer paso para reconducir el camino hacia soluciones reales, compartidas y sobre todo sentidas.
La vida familiar está mediatizada por ciclos que nos van situando en unas u otras dificultades, en uno u otro momento, no es estática; conocer la esencia de cada una de estas etapas conectados/as con nuestro mundo interior (mindsight) nos va a ir colocando en una posición que nos permite tomar las riendas de nuestro propio proceso familiar, convirtiendo la familia en “puerto seguro y plataforma de lanzamiento” (D.J, Siegel).
Mi trayectoria personal y profesional me brinda el poder acompañar familias desde el enfoque de la Disciplina Positiva y, desde aquí, lo primero es asegurar que el mensaje del amor y del respeto es recibido por todos (conexión antes que corrección) para poder comenzar a proveer de unos pilares en los que la amabilidad va de la mano de la firmeza (afecto + normas y límites), donde los errores son magníficas oportunidades de aprendizaje, donde ayudar a los hijos y a las hijas a explorar las consecuencias de sus decisiones, a la vez que aprendemos a enfocarnos en las soluciones, respetando ritmos, desenmascarando miedos, deshaciendo tensiones y reconociéndonos parte activa de un mismo proceso.