Durante mucho tiempo estudiar el impacto de los estilos de crianza en el desarrollo de niños y niñas ha sido prioritario y, durante todo este tiempo, encontrar relaciones causa-efecto entre lo que hacen los cuidadores y cuidadoras y el comportamiento de niños y niñas, dificilísimo.
Lo que sí está claro es que hay ciertas variables que influyen de manera directa, ¿las vemos?
Las ventajas de la crianza democrática parecen claras ¿no es cierto?. Para mí lo son.
Es bastante más probable que mi hijo, mi hija, atienda mi demanda si percibe que es justa, razonable; del mismo modo, si puedo comunicarme con ella, con el, de manera respetuosa, asertiva, directa y escuchar sus opiniones, sus buenos motivos… posiblemente aprenda a internalizar formas diferentes de hacer, de relacionarse, de estar en el mundo.
En definitiva que mi hijo aprenda a seguir ciertas reglas, a comportarse de tal o cual forma, a comunicarse a gritos o de manera respetuosa… de nuevo, depende más de mí que de él o ella ¿no os parece?.
No nos olvidemos, la crianza con apego
(que, por supuesto, va más allá del estilo democrático)
es una muy bonita manera de cambiar el mundo.
Eva Carballar