Cuando no puedes avanzar Llegó devastada, no había ni una sola palabra bonita hacia ella misma. Solo tenía quince años y un montón de experiencias que le hacían ser quien era, Nuria. Silenciosa, cabizbaja, tan solo podía percibir sus preciosos ojos cuando justo al entrar, la saludaba y ella me sonreía con esa sonrisa impostada … Continúa leyendo PROFECÍAS AUTOCUMPLIDAS Y EFECTO PIGMALIÓN
PROFECÍAS AUTOCUMPLIDAS Y EFECTO PIGMALIÓN
