Según la RAE… «vacaciones» viene del latín vacatio, -ōnis y como primera acepción refiere: «1. f. Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios«.
Quienes me conocen saben que no soy de opiniones cerradas y también que, de manera generalizada, confío en la autonomía y la toma de decisión de cada familia (cada cual hace lo mejor que puede con lo que tiene) ahora bien, dentro de este marco, no nos olvidemos: flexibilizar las rutinas y los tiempos, hacer cosas diferentes y contar con la posibilidad de «aburrirnos» es básico en vacaciones; ¿Cuántas veces habéis escuchado hablar a una persona adulta de las ganas que tiene de vacaciones para poder hacer «nada»?
Imaginaos, tan solo por un momento que justo antes de vuestro merecido descanso os encontráis encima de la mesa un listado de tareas y asuntos pendientes para resolver en vuestras vacaciones ¿os imagináis?, ¿Y si encima viene con horas concretas para resolverlas? 😱pues eso, sentido común y ser capaces de conectar con la necesidad de nuestr@s hij@s.
Por supuestísimo, no seré yo quien diga que nada de tareas escolares o que tareas escolares a diario; cada niñ@ es un mundo y cada familia valorará (junto a él/ella) la mejor de las opciones y en esta toma de decisión no olvidemos que:
- tod@s necesitamos descanso
- pasar más tiempo en familia es un regalazo
- flexibilizar las rutinas es parte de «lo especial» de la temporada
- un parón es imprescindible
- viajar (si es posible) y/o disfrutar del aire libre es una maravilla
- los aprendizajes no reglados son los mejores (tener tiempo para dar rienda suelta a la creatividad, por ejemplo)
- potenciar la lectura es dar posibilidades de crecimiento
y que, aburrirse es una de las puertas más directas al pensamiento creativo.
No te olvides ¿y si fueras tu quien cargaras con «tareas laborales» en tus vacaciones?