Mis debates internos como madre son inagotables, máxime ahora que mis hijos llegaron a la adolescencia.
Cada día pienso, reflexiono, estudio, busco en mi experiencia e intento no olvidarme de ellos, tenerlos en cuenta en su individualidad, en su excepcionalidad y suelo llegar a una cuestión que voy transformando y que quería compartir con vosotras, reflexionar en voz alta:
¿Cómo encontrar el equilibrio entre sus decisiones y nuestras normas, nuestros límites, nuestras preocupaciones?, ¿Cómo ayudarles, sin anularles y a la vez les estimulamos para que tengan voz propia?
Quizás la clave estaría en permitirles SER VISTOS, ESTAR PROTEGIDOS, SENTIR SEGURIDAD Y TRANQUILIDAD y de ahí la reflexión de hoy.
¿Qué os parece crear un espacio de seguridad que nos capacite como familia para convertir los RETOS y cambios de la adolescencia en fuerza a la que echar mano junt@s a lo largo de nuestras vidas?
Agosto nos abraza. Disfrutadlo.💜