
Lisa llegó a mí la primera vez en 2005, tenía dos años y era la menor de cuatro hermanos. En aquel momento la toxicomanía de su padre, la alta conflictividad en casa y la enfermedad de su tía (que convivía con ellos), marcaban las dinámicas familiares aunque ellos, en ese momento, no podían/querían verlo “lo único que pasa es que tenemos mala suerte, ella es pequeña y no se da cuenta de nada” -repetían.
Los roles de cada miembro de la familia estaban distorsionados y entre ellos se forjaban vínculos cada vez más tóxicos. Lisa aprendió a estar en silencio y alejarse y, para ellos, era lo mejor “está bien, no da problemas” – expresaba su madre en cada sesión – , mientras Lisa permanecía en su carro con la mirada perdida, sin que nos permitieran poder acercarnos a ella, acariciarla o hacerle un arrumaco; no contábamos con ni un atisbo de conciencia y la familia bloqueaba cualquier intento de acercamiento, sobrevivían en una realidad paralela y, aun con múltiples dificultades, habían aprendido a hacerlo desde ahí; ese lugar peligroso y distante, era para ellos un lugar conocido y, pese al peligro, cómodo.
Pasaron meses de sesiones en las que el único objetivo era poder trasmitirles amor, confianza, seguridad y, en la medida de lo posible, trabajar sobre la relación, los vínculos, los apegos… hablábamos sobre todo de pequeños logros cotidianos, de fortalezas, de ilusiones, mostrábamos formas de interacción y conexión emocional que, en aquel momento, ellos no entendían (o no podían entender), los fantasmas eran demasiados. Tras casi dos años de acompañamiento Juan decide salir de su zona de confort e ingresar en centro de desintoxicación y Pura, la mamá, decide dar por finalizado el proceso terapéutico, para ella con “éxito”.
Doce años después nuestros caminos vuelven a cruzarse. Lisa a sus 14 años ha sido víctima de abuso sexual. Juan continúa abstinente y Pura atraviesa un cáncer.
La familia demanda apoyo en torno a la adquisición de competencias (habilidades + capacidades y actitudes) para poder acompañar / apoyar a su hija tras la violencia sexual sufrida, negándose a ser atendida por cualquier otro equipo y de esta manera no destapar el SECRETO.
El absentismo y el aislamiento de la menor (“no se separa de mí, ella estará siempre conmigo”) son, en este momento evidentes, y marcan el día a día de Lisa, quien ha perdido su rutina, sus referentes socioemocionales y, en definitiva, todo aquello que pudiera suponer cierta “normalidad” en una chica adolescente.
Por supuesto, pese a ellos, lo primero fue hacerles entender que ese gran secreto impediría cualquier evolución o posibilidad de resiliencia. La familia denunció y el equipo hizo también su parte. Meses después el agresor entró en prisión y el proceso terapéutico siguió su camino.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco menores sufre abuso sexual antes de cumplir los 17 años. La otra cara es que gran parte de los casos que se denuncian zozobran en los procesos judiciales.
VIOLENCIA SEXUAL INFANTIL | ABUSO SEXUAL INFANTIL |
Abuso Sexual, Pornografía, Trata, Prostitución, Explotación y agresiones por otros niños, niñas o adolescentes (NNA). Engloba: Abusos Sexuales y Agresiones Sexuales | Contactos o interacciones de contenido sexual entre un NNA y una persona adulta (agresora) que lo usa para estimularse sexualmente ella misma, al NNA o a otra persona. |
¿CÓMO PREVENIR LA VIOLENCIA SEXUAL INFANTIL?
- A través de la Educación Afectivo Sexual desde la Infancia y en nuestro propio hogar. Educar con naturalidad y respeto en torno a los afectos, emociones, sentimientos, conductas, actitudes, valores y creencias, relaciones interpersonales, identificación de situaciones de riesgo, etc., es el primer paso y nosotras (personas responsables de la crianza) quienes debemos darlo. Dedicaremos un nuevo post para pararnos un pelín más en su importancia.
- Aprendiendo a diferenciar los SECRETOS. A veces provocado por la propia vergüenza o culpa, la lealtad o el miedo a las consecuencias; otras, de la mano de la persona agresora quien de una u otra forma se asegura el silencio. Nuestra labor es enseñar a identificar:
Secretos “Buenos”. Provocan sentimientos y emociones positivas
(alegría, felicidad, tranquilidad…) y no hacen daño a nadie.
Secretos “Malos”. Provocan sentimientos y emociones negativas
(tristeza, preocupación, enfado, miedo…) y hacen daño.
Lisa contaba que, de alguna manera, “cuando aquello ocurría yo me sentía especial, querida y por eso no decía nada. Todo cambió cuando vino la otra persona que miraba ”. Evidentemente no era así, sin embargo las carencias afectivas en su familia eran importantes desde su infancia, lo que la predisponía como víctima ante cualquier tipo de persona agresora.
- Enseñando de manera clara qué partes de nuestro cuerpo son privadas. Es importante llamar a a las cosas por su nombre. Lisa, alguna vez comentó sobre el agresor “jugamos y a veces me da de comer plátano”
- Enseñando que “tú cuerpo solo te pertenece a ti”. En este sentido, es necesario, enseñar cómo poner límites a otras personas, identificar conductas que hacen sentir asco o vergüenza, “No, es NO”
UN PEQUEÑO APUNTE SOBRE LA VIOLENCIA SEXUAL EN LÍNEA
En los últimos años aumentan considerablemente los casos de Violencia Sexual a través de las redes sociales. No pretendo adentrarme en ellos y sí dar unas pequeñas pinceladas. Pongámosle nombre.

¿QUÉ HACER Y DÓNDE PUEDO ACUDIR?
Siempre lo primero: PROTEGER. Posteriormente busca ayuda. Dependiendo del caso, puedes acudir a Servicios Sociales o al Centro de Salud para que una profesional te oriente. A veces es necesario un examen médico y un parte de lesiones que recoja lo sucedido (ojo, si hay lesiones físicas o ropa manchada es mejor no bañarle y guardar la ropa sin lavarla para que pueda ser analizada). Es importantísimo mantener al máximo la privacidad.
Una vez realizado estos primeros pasos es momento de denunciar ante la Policía o el Juzgado (es importante solicitar copia de la denuncia). El/la Fiscal se encargará de la defensa del NNA, aún así contar con un/a abogado/a es aconsejable (puede ser solicitado de oficio).
Es un proceso duro para todas las personas y especialmente para el NNA por lo que intentaremos que tenga que contar su historia el menor número de veces posible (solo las estrictamente necesarias), evitando así la retraumatización o victimización secundaria.
Algunos teléfonos de interés:
900 85 18 18 Teléfono de notificación de posibles situaciones de maltrato infantil.
116 111 Línea de Ayuda a la Infancia.
No lo dudes todas y cada una de nosotras, personas adultas,
tenemos responsabilidad para con la infancia.
GRACIAS!!! Fdo. Los niños y las niñas del mundo.
- Nota: Caso ficticio basado en intervenciones reales
* Artículo respetuoso con la diversidad. Intento utilizar lenguaje inclusivo y no sexista siempre que me es posible. He decidido minimizar los desdoblamientos y el uso de x, @, / para facilitar su lectura.
Un comentario en “LO PRIMERO, PREVENIR. VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL. Y cómo entre todas podemos prevenirlo.”